Acompañamiento a personas y familias atravesadas por el consumo problemático de sustancias.
Alojamiento y contención de personas en situación de calle.
Acompañamiento a personas en la culminación de sus estudios primarios o secundarios.
Inclusión en la cooperativa de trabajo propia del Hogar de Cristo.
Empoderamiento de mujeres que atraviesan situaciones de violencia.
Protección de los derechos de los niños y contención de la infancia vulnerada.
Restablecimiento de los vínculos entre padres/madres y sus hijos o en otros vínculos familiares.
Acompañamiento a personas privadas de la libertad durante y después de la etapa de encierro.
Promoción del encuentro con otras personas y organizaciones a fin de enriquecer nuestro abordaje.
Formar parte de la familia del Hogar de Cristo siendo voluntario se trata simplemente de darse como persona y ofrecer tiempo para acompañar vidas y para eso no hace falta ningún conocimiento técnico ni habilidad especial.
Ser parte del Hogar de Cristo es ser parte de una familia que comparte la hermosa y desafiante tarea de contener y acompañar de forma personalizada.